viernes, 15 de abril de 2011

Mercado inmobiliario en 2011, ¿quo vadis?




En un año marcado por la incertidumbre y la inflación, el usuario final es el principal ausente de los negocios del Real Estate mientras que las transacciones se motivan en la inversión como “refugio de valor”


Por Arquitecto Gervasio Ruiz de Gopegui *


Arranca marzo y con él, el año inmobiliario: los negocios iniciados en 2010 se concretan y comienzan a aparecer los nuevos lanzamientos, en un período donde generalmente predominan el entusiasmo y las expectativas por los nuevos negocios.

Sin embargo, 2011 presenta ciertas características particulares: elecciones, falta de liderazgo y proyecto político, inexistencia de una política económica de lago plazo, fuerte presión inflacionaria, y una ausencia total de la problemática de la vivienda y de la construcción en las agendas oficiales. Por ello, podemos decir que la principal característica que se ve en el mercado –tanto en desarrollistas como inversores- es la incertidumbre.

El mercado de Real Estate hoy en Argentina es un mercado netamente inversor, las transacciones se originan fundamentalmente en un cliente que busca un refugio para sus ahorros, y en ellos la percepción de la coyuntura del negocio es muy importante. El usuario final –quien compra a partir de sus necesidades reales- es en la actualidad el principal ausente, acompañado de una banca que no termina de recuperar su lugar como un jugador más del mercado.

Otra componente importante que contribuye a la incertidumbre es la inflación. Al no haber una moneda constante que mantenga el valor de compra a largo plazo (el dólar ha dejado de serlo, y la indexación sigue prohibida) el riesgo empresarial se hace inviable o muy riesgoso, de allí el surgimiento de los desarrollos a corto plazo o bajo la modalidad “al costo”.

Sin embargo, las operaciones siguen y los desarrollos se venden en un mercado ávido de negocios de inversión; lo cual nos lleva a preguntarnos ¿Seguirá esta bonanza del mercado en 2011? Todos los indicadores nos hacen concluir que si. Si bien la inflación y la reducción de los márgenes acotan cada vez más al negocio, no aparecen inversiones alternativas y el público continúa volcándose al Real Estate en la búsqueda de un “refugio de valor” que resguarde el poder de compra de sus ahorros, conformándose con una módica expectativa futura de un plusvalor y una renta módica de un dígito en el ínterin.

En ese contexto, esperamos un año tranquilo, que continúe con la tendencia del anterior: a la espera de la recuperación del poder de compra del usuario a partir del financiamiento bancario y alguna ayuda oficial.

* El autor es Gerente de New Fidu S.A. y coordinador de la Maestría en Desarrollo de Emprendimientos Inmobiliarios de la Universidad de Belgrano.

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