viernes, 3 de septiembre de 2010

Los leds, bajo prueba y error


Los conceptos más interesantes de la conferencia “Mitos y verdades de los Leds”, a cargo del ingeniero Víctor Hugo Kohen, Lighting Designer con experiencia internacional y afición por descubrir lo que los leds tienen para dar
En un encuentro organizado por el COPIME (Consejo Profesional de Ingeniería Mecánica y Electricista) junto a la AADL (Asociación Argentina de Luminotecnia), tomó la palabra el Lighting Designer Víctor Hugo Kohen acerca de los leds, sobre los que mucho se dice, más se elogia, pero el avance veloz de la tecnología obliga a pensar que siempre se está en ensayo de prueba y error sobre ellos.

Para comenzar, Kohen determinó sus propiedades: no contienen mercurio, no generan ondas radiomagnéticas; tienen encendido rápido, una prolongada vida útil (“aclarando que no son eternas y que más allá de que se hable de 50.000 horas, ningún fabricante da más de 2 años de garantía”); y una gran paleta de colores sin necesidad de filtros.

“Respecto de este último punto, si bien es alto el índice de reproducción cromatica, de qué sirve hablar de 16 millones de colores si el ojo humano llega a captar solamente 1millón 200 mil colores (las mujeres) y 800 mil (los hombres)”, manifestó.

En cuanto a la vida útil, hay factores por observar: el de la calidad del disipador; que el transformador sea electromagnético y no electrónico; su instalación por parte de personal capacitado; y “la posibilidad de ventilación que se le de (ya que en lugar de irradiar calor hacia abajo, los leds lo emiten hacia arriba. En caso de artefactos embutidos en un cielorraso de yeso, el calor quedará allí dentro). Lo mismo si aumenta la temperatura del ambiente disminuirá la vida util del led, incluso en vía pública”, comentó el especialista.

“En este campo de los leds no hay historia y se generan avances permanente y rápidamente. Hay luces de emergencia con leds, por ejemplo, pero nadie sabe si cuentan con ensayos a prueba de fuego, o si están aprobadas por bomberos… Al no haber reglamentaciones ni legislación alguna al respecto, nadie exige esos estudios”, expresó.

Con casos prácticos, el ingeniero planteó qué pasa con la reacción de la goma que une las tiras de leds para exteriores si se la sumerge en el cloro de una piscina o si se reseca con el sol. Sin ir más lejos, su estudio desarrolló una obra en la que se usaron leds individuales en una cascada, directamente agarrados en piedras, “pero varios se quemaron al intentar ponerlos desde abajo, ya que no soportaban el golpe del agua al caer”. También exhibió fotos de vía pública que demostraban que, al ser tan dirigida la luz del led, su perímetro de iluminación es menor que el de una farola tradicional y así se generan muchas zonas oscuras. “Esto obligaría a poner postes más cerca uno del otro, con lo cual aumentaría aún más el costo de cambiar esas lámparas antiguas por las nuevas tecnologías”.

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