miércoles, 4 de agosto de 2010

Vivir el adentro y el afuera



La arquitectura moderna está de moda y Stieglitz se encarga de destacarla. Aquí, el arquitecto Alejandro Apa, director de proyectos, cuenta sus claves


Alo largo de la trayectoria de Stieglitz hemos proyectado y construido más de 200 casas de alta gama, donde las preferencias del público eran estilos clasicistas, buscando una imagen de jerarquía acorde con las grandes superficies. Lo clásico ofrece un resultado asegurado de distinción en las grandes residencias, sin embargo en los últimos meses estamos trabajando en una decena de proyectos y obras donde los clientes prefieren el diseño moderno, aún tratándose de residencias de más de 500 m2. Más allá de los vaivenes de la moda, el estilo moderno tiene dos atributos principales: la posibilidad de disfrutar al máximo el paisaje, a través de grandes aventanamientos en los lugares estratégicos, no sujetos a la composición de la fachada neoclásica, y de disponer de ambientes diseñados de adentro hacia fuera, con una funcionalidad más adaptada y flexible, a cada forma particular de vivir.

En el auge del estilo moderno tiene mucho que ver el increíble paisaje logrado en las actuales urbanizaciones, sus espejos de agua, campos de golf y atractivos naturales. Ya nadie le tiene miedo a la exposición al sol, a las filtraciones de agua, o las pérdidas y ganancias de temperatura, debido a las nuevas tecnologías utilizadas en cerramientos, como el doble vidriado hermético, los excelentes accionamientos y sistemas de filtro solar y oscurecimiento en cortinas y parasoles, que permiten mayor confort y control climático, además de evitar la pérdida de intimidad. Las casas tienen cada vez más vidrio y menos paredes.

Desde el punto de vista estético, las residencias modernas no son preconcebidas como en las composiciones neoclásicas, que tienen basamento, desarrollo y remate y se reconocen de acuerdo a los estilos utilizados en su concepción arquitectónica, cultural y geográfica. En cambio, se piensa con más libertad cómo y dónde se va a vivir y de allí surge la forma, buscando fusionar los espacios interiores con los exteriores. El autor de la planta funcional puede ser más el propio usuario, volcando sus vivencias. Lo moderno es en realidad un estilo bien contemporáneo, o atemporal, donde no se busca el estilo. No todos lo prefieren sobre la arquitectura tradicional, y observo que muchas veces se trata de un público con gustos vinculados a la tecnología, actualizados social y culturalmente en lo que respecta a las tendencias mundiales. También son familias que ya vivieron en alguna residencia de estructura convencional y buscan algo diferente, nuevas sensaciones espaciales, simpleza formal, espontaneidad, dobles alturas, transparencias, luz cenital, más iluminación natural y mayores visuales.

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