viernes, 15 de abril de 2011

Dar respuesta a las necesidades

Convocados por M&M, el recién lanzado Estudio Clariá Arquitectos participó del encuentro con proveedores comprometidos con dar garantías, explicar procesos y dar soporte desde el proyecto a la obra y la postventa: Vibrocom, Rheem y PVC Tecnocom. Por Soledad Aguado

Después de los primeros largos feriados de marzo, y del letargo que parece producir la época vacaciones, poco a poco, el trabajo comienza a ponerse a punto nuevamente. El calendario empezó a rodar otra vez. Así lo sienten y expresan, apenas llegados al lugar de la cita para un nuevo desayuno empresarial de Mercado & Materiales, los diferentes actores de esta reunión: del lado del estudio Clariá Arquitectura +, el arquitecto Martín Clariá; y del lado de los proveedores, Magdalena Jovanovich, responsable de marketing de la firma Rheem; Carlos Gómez García, responsable de ventas de Vibrocom; y Sandra Ledo Rey, del Departamento Técnico y Comercial División Perfiles de PVC Tecnocom.

Como anfitriones, empezamos por presentar al estudio Clariá, nacido en septiembre de 2010 como tal, después de dos décadas en las que Martín fue socio fundador y activo del estudio Clariá y Clariá, junto a su hermano, uno de los estudios más reconocidos de la Zona Norte del Gran Buenos Aires en lo que a vivienda residencial y unifamiliar se refiere –de las que construyeron más de 300 en diversos estilos-.

Ubicados ahora en las Lomas de San Isidro, este proyecto se asienta en su prestigio y experiencia, con la calidad como premisa fundamental en sus proyectos y obras.

“En esta nueva etapa, el estudio pretende incorporar nuevos clientes inversores ampliando sus horizontes hacia la construcción de complejos de oficinas, centros comerciales, viviendas colectivas, entre otras, sin abandonar el desarrollo de viviendas unifamiliares en la zona norte y sur de la provincia, como veníamos haciendo”, manifiesta el arquitecto que hoy cuenta con un equipo de cinco arquitectos, incluyendo una nueva generación de profesionales jóvenes, todos abocados tanto a los servicios de proyecto y dirección de obra, como también a la administración, reformas y ampliaciones.

“Esta sangre joven implica también encarar proyectos más variados incluso en estilos, para un público igualmente de variado en edades, gustos y criterios, manteniendo el profesionalismo de siempre y la calidez y robustez como sello de las construcciones”, explicó Clariá, que sostiene que hay que poner especial cuidado en mantener una visión completamente personalizada sobre cada proyecto, a lo que el resto de los presentes asiente conforme.

“Hay arquitectos que creen que la casa es de ellos. Hay que ponerse en la piel del cliente, contener desde un costado periférico, interpretarlo en todos sus deseos y buscar las mejores respuestas. Y en el caso de que sean inversores, evaluar la velocidad del retorno de la inversión. Para lograr ambos cometidos se debe mantener un contacto constante con el cliente y los diferentes actores en la obra: proveedores, gremios”, dice.

“Cada cliente es único y en base a saber interpretar lo que busca, se busca lograr un equilibrio entre la estética, la funcionalidad y el costo final; puntos que en la mayoría de los casos el estudio logra llevar a cabo. El objetivo no es solamente que el cliente se quede satisfecho, consiguiendo la casa adecuada a sus necesidades y gustos, sino que también debe disfrutar el proceso. La confianza del cliente, algo muy importante, se logra manteniendo un control estricto de costos y tiempos, junto con una transparencia en todos los aspectos”, agrega Clariá.

Espacios flexibles y sencillos, buscando la mejor orientación y las vistas del agua

Los proyectos, hoy
Precisamente, a tono con esta nueva tendencia que buscan instaurar en su forma de trabajo, en el Estudio Clariá Arquitectos + hay dos anteproyectos interesantísimos que se exponen en la mesa de reunión: uno de ellos, es un centro comercial sobre el Ramal Campana de la Panamericana, en la salida del barrio El Encuentro, a la altura de Benavidez, donde no hay muchas opciones de este estilo para los vecinos. Se prevé construir 10.000 m2 por etapas, y del centro comercial, destinar un espacio importante para la instalación de un supermercado y otros sectores, para oficinas. “Siempre nos hemos dedicado a las casas pero ahora es tiempo de armar fideicomisos, trabajar sin comitente”, explica Clariá.

Centro comercial, se suma un proyecto en estado mucho más avanzado ya, que es un barrio de 180 viviendas en Magdalena, provincia de Buenos Aires. “Se trata de un proyecto de vivienda económica en dúplex, con diez versiones diferentes de casas que comienzan en 65 m2 y pueden crecer hasta los 95 m2 según las necesidades y la economía de cada familia”, comenta. “Para este tipo de producto, pensamos en incorporar energía solar, volviendo más sustentables y eficientes a las viviendas sociales. Por eso, es vital empaparnos de estos temas con los que más saben”.

Sin duda, esta frase fue el puntapié inicial (e ideal) para que Magdalena Jovanovich, encargada del sector de marketing de Rheem comenzara a presentar la novedad más saliente de su empresa, históricamente ligada a la calidad en materia de producción de agua caliente, calefones y termotanques, tanto residenciales como sistemas para grandes obras.

“Desde hace tiempo, venimos poniendo atención particular en la investigación de la arquitectura sustentable y sus necesidades. De allí que descubrimos una gran opción para importar: colectores de tubo de vidrio diferentes a los sistemas planos, realizados sus tubos en material tipo Pirex, que al ser tubulares, logran capturar la radiación por todos los ángulos”, describe Jovanovich.

Al mismo tiempo, asegura que es un sistema interesante para la Argentina, dado que tiene muchas locaciones con abundante asoleamiento y muchos días luminosos durante el año, así que piensan que varios focos importantes de venta estarán en el Interior del país, en plazas como Córdoba o Mendoza.

“En mayo, arrancaremos con un modelo no tan estético (pensando en resolver la problemática de un nivel social más bajo o medio). Otro modelo, con el colector más oculto, llegará más adelante. Por ahora, incorporaremos 80 equipos para testear la reacción del mercado, y el promedio anual no supera los 300 equipos”, manifiesta.

La misión es que estos colectores solares funcionen como una alternativa ante la falta de energía, de gas o por el costo del mismo, con una amortización promediada en cuatro años de uso.

“El problema es que la carencia no existe hoy en nuestro territorio, pero es tendencia mundial. El día que empiecen a menguar aquí los recursos y haya que dejar de depender del petróleo, vamos a caer en la cuenta de cuán útiles son estas alternativas”, apoya la visión Sandra Ledo Rey, de PVC Tecnocom, una empresa que también basa sus investigaciones en la sustentabilidad y los resultados a largo plazo.
Neta y moderna, abierta a las vistas exteriores, otra casa ícono entre las obras desarrolladas por el arquitecto Martín Clariá en su carrera más reciente

Para Jovanovich, de Rheem, la misión de su firma por estos días es conectarse con los arquitectos más allá del retail y aumentar las ventas directas para obras.

Premoldeados con servicio
Carlos Gómez García toma luego la palabra. El responsable de ventas de Vibrocom presenta entonces sus opciones industrializadas del hormigón premoldeado y pretensado, con el eje puesto en las losas pretensadas, su producto protagónico. “En el mundo, estos pretensados se utilizan para paredes, muros y losas, y aquí, mayoritariamente, para losas. Se trata de premoldeados de hormigón. Actualmente, estamos haciendo una gran diversidad de obras: la ampliación del puerto de Buenos Aires, puentes sobre la Ruta 8 a la altura de la localidad de Pilar, otros puentes de la autopista Rosario-Córdoba, o el estacionamiento del Club de Pescadores”, explica Gómez García. “Las losas aportan planos perfectos, la junta se rellena desde arriba y después enduido por dentro para eliminar porosidad. Se pueden hacer diseños específicos para cada obra”.

La idea de base de Vibrocom es acercarse a los generadores de obras desde el proyecto mismo. “Somos concientes de que hay que utilizar un lenguaje diferente para el constructor, para el estudio de arquitectura, para el subcontratista de hormigón y más aún, para el cliente final. No caer en enviar la carpeta de precios para todos. Por eso, no respondemos con packs predeterminados sino que intentamos colaborar con alternativas ajustadas a cada cliente”, agrega. Las losas de Vibrocom se utilizan mucho en obras del rubro comercial o en estacionamientos que requieren múltiples plantas, y más aún cuando el inversor necesita recuperar rápido el capital: en este producto, la velocidad de ejecución de obra es fundamental para hacer estas cuentas.

Con estilo de casa de campo, robusto y de líneas marcadas, formalmente está armada por prismas desfasados que terminan generando una volumetría en movimiento

“Por ejemplo, demoramos sólo 40 días para entregar terminados 1200 m2 de galpón”, se enorgullece el encargado de ventas.

Las losas pretensadas no precisan apuntalamiento, salvo cuando se requieren soluciones de ingeniería. Para lugares comerciales ofrecemos sobrecargas ilimitadas, rapidez de ejecución y, por sobre todas las cosas, la gran nobleza del material”, dice. A continuación, Gómez García trajo varias anécdotas a la mesa del desayuno, narrando la complejidad de diversas obras realizadas, verdaderos desafíos con grandes naves entre ellos.

“En el caso del barrio de viviendas que están proyectando ustedes –explica dialogando con Martín Clariá- nuestro producto podría participar en losas y cubiertas. En vivienda económica, funciona un sistema como el nuestro para hacer dormies rápido, con un resultado seguro y confortable. Pero, lo cierto es que en materia de vivienda social, el problema es que se pretende ocupar la mayor cantidad de mano de obra posible. Aunque hay que rescatar arquitectos o municipios que se interesan al menos por cotizar lo industrializado como una buena alternativa”.

“A nosotros nos puede servir y mucho plantear la construcción en Magdalena con una columna vertebral de premoldeado y sobre eso, apoyar la construcción tradicional. Ayudaría a que la gente vea el planteo del barrio desde el inicio y le acerquemos un bosquejo más certero sobre lo que será su vivienda”, piensa Clariá.

Entre otros productos que tiene Vibrocom en su portfolio, están paneles de cerramiento de 12 cm de espesor, 2,5 m de alto y 12 m de longitud. Muchos optan por ellos para medianeras. Se le puede dar color blanquecino y lustre, pero el tema es justificar los costos del montaje. Si no, se pueden desarrollar paneles de acuerdo a las exigencias de cada obra.

Luego de estos comentarios, surge en el diálogo empresario el tema logística, algo no menor teniendo en cuenta las dimensiones de estos productos. Sin embargo, para Gómez García, las distancias ya no son impedimento para el premoldeado. Basta con pensar que el Howard Johnson Cariló, varios hoteles en Misiones, diversas obras en Neuquén, proyectos de vivienda en Rosario, losas de 14 metros para una minera x 1,20 m son trasladadas desde la planta en Pontevedra, Merlo, en la provincia de Buenos Aires, hasta estas lejanas locaciones, clara demostración de que el producto y su calidad valen la pena.

Vibrocom se dedica a hacer losas desde los ’70 y consideran que hay que saber cambiar el rumbo de acuerdo al escenario político/ económico que vaya surgiendo en la Argentina para sobrevivir airoso. Hoy, sienten que hay una tendencia hacia “la mayor utilización de premoldeado por costo financiero del crédito, ya que el sistema representa tiempo ganado en recuperar la inversión”.

Certificados con la ISO 9000 2008 (que incluye la satisfacción del cliente como uno de sus ítems), más la calificación del Bureau Veritas y BKS (normas inglesas), Vibrocom diseña, fabrica y monta los elementos prefabricados. “Estas son garantías y valores que desconoce el cliente por eso para mi es importante expresarlo en presentaciones lo que hace que, a menudo, nos llamen por eso. No nos incomoda cumplir con los requerimientos de los pliegos por eso le construimos a empresas de la talla de YPF, Shell o Vela en sus ambiciosos proyectos”, destaca el responsable de ventas.

Es en este punto donde surge el gran desvelo compartido por la calidad, por demostrarla con certificaciones y en cuánta medida la economía de la obra depende de la atención particular de cada cliente, lo que deriva en aplicar el material justo en el requerimiento puntual de cada proyecto. Ensayos y respuestas Ya con la segunda ronda de café frente a cada interlocutor, es tiempo de escuchar a Sandra Ledo- Rey, responsable del Departamento Técnico y Comercial en la División Perfiles de PVC Tecnocom.

Ya conociendo de antemano al estudio (cuando era Clariá y Clariá), habla de las carpinterías de PVC, de lo valioso que es ser parte de una industria nacional con tres unidades de negocio, desde la fabricación misma del compuesto de PVC hasta los perfiles con una vida útil estimada en 50 a 70 años, virtudes físicas, termoacústicas, hermeticidad garantizada y terminaciones estéticas impecables: “Ofrecemos, por ejemplo, laminados en madera, nogal como se ve en los vehículos importados. Lo importante es que ensayamos y colocamos acá. Trabajamos a total servicio del proyectista para desarrollar la mejor propuesta de acuerdo a sus ideas”, destaca Ledo Rey.

Consultada por Clariá sobre una preocupación habitual de los comitentes sobre los riesgos de que el perfil de PVC se amarillente con el tiempo, Ledo Rey respondió que se les incorpora dióxido de titanio para evitar esos malos tragos. “Invito a conocer la fábrica: tenemos allí, en Pablo Podestá, el banco de ensayos alemán que usa el INTI para sus pruebas. Hay sólo dos en el país. Ahí vemos comparativamente dónde están parados nuestros perfiles frente a los argumentos de las empresas europeas”, subraya. “Todos nuestros sistemas son de cerramientos verticales. Proponemos sistemas mosquiteros, con mismos colores, incluso foliados. En cuanto a los herrajes, son multipunto de seguridad, lo que brinda un cierre totalmente hermético”, agrega.

Actualmente, en PVC Tecnocom están desarrollando los perfiles para el laboratorio y biblioteca del Instituto Balseiro en Bariloche y cada vez son más las obras residenciales que suman su producto. “Sería interesante esto de llevar a los clientes a ver las carpinterías en su comportamiento frente a la acción del viento y el agua. Siento que es la mejor manera de convencerlos”, destaca Clariá.

Es que para el estudio, el proceso con que se trata a cada cliente es particular y especial. Primero, se hace una entrevista de evaluación, se consensua la metodología de trabajo durante todo el proceso, y luego, se ejecuta el anteproyecto. Una vez armado el plano y el presupuesto se comienza a elegir los materiales, estilos, carpinterías y todo tipo de terminaciones. Recién después, se inicia la obra y, dependiendo de la complejidad del proyecto y del tamaño, “a los 10 o 12 meses se hace el asado del final de obra y se hace entrega de su casa al feliz propietario junto con los planos necesarios, un listado de gremios y proveedores, y un manual de funcionamiento con las garantías”, dice Clariá.

Para los proyectos de vivienda social, Ledo Rey le propone la línea Life, pensada precisamente para estos productos, la más económica de Tecnocom pero no por eso menos noble y confortable que el resto de las líneas premium.
El proyecto de 180 viviendas para Magdalena propone revalorizar con diversas tipologías flexibles y estéticas, la idea de vivienda social

“Exportamos mucho, el PVC es un material muy aceptado. Los herrajes llegan desde Alemania y Francia. Pero más allá de los productos estándar, atendemos las necesidades customizadas del cliente”, menciona.

A lo que el arquitecto responde gracioso y certero: “Que el cliente pida cosas especiales complejiza la obra. Es bueno encontrar respuestas pacientes y solícitas del lado del proveedor”.

Sobre este punto, Jovanovich agrega que en el tema de los hidromasajes y el agua caliente, por ejemplo, es vital decidir y trabajar codo a codo con el arquitecto. “Todo hidromasaje requiere un termotanque acorde en prestación. Debemos enseñar que un calefón con poca acumulación no te va a mantener el confort y creará una desilusión posterior en el usuario. Por eso es vital el trabajo junto a los arquitectos para resolver esas desilusiones del cliente. Lo mismo que poner el acento en el mantenimiento. Nosotros, mediante el Club de Expertos Rheem, con capacitaciones y acciones constantes, cuidamos que el producto cumpla las expectativas. Es una forma de hacer medicina preventiva en obra”, destaca la jefa de marketing de Rheem.

“En nuestro caso, –dice Ledo Rey– otorgamos garantía escrita pero además, también acompañamos el proceso de obra, con un control estricto buscando la óptima conformidad del cliente. Trabajamos a través de talleres de carpinteros, pero mantenemos un ida y vuelta constante entre las partes del proceso. El material debe quedar siempre bien parado”. Para Gómez García, su producto implica el montaje. “Fabricamos 15.000 m2 por mes y lo montamos todo. Tenemos acuerdos con diferentes empresas de grúas más grupos de montaje. La satisfacción del cliente ante un material que responde como debe, es fundamental. Y para los estudios y proyectistas, que del otro lado del mostrador alguien explique con generosidad el producto y el proceso es aún más valioso”.

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