Flores y follaje en toda estación

Sugerencias para armar un jardín imponente y colorido con herbáceas perennes, por la ingeniera agrónoma Patricia Costantini, graduada en la Licenciatura en Diseño del Paisaje y docente en Integral Instituto de Diseño

Las herbáceas pueden aportar textura y color al jardín, ya sea por sus atractivas flores o por su follaje, en todas las estaciones. Casi todas prefieren exposición soleada, aunque algunas se adaptan a la media sombra o sombra, un factor importante a determinar antes de elegirlas.

Se pueden utilizar en macizos integrados únicamente por especies herbáceas perennes, o combinadas con herbáceas anuales, arbustos bajos y gramíneas ornamentales en canteros mixtos.

Con respecto a la textura del follaje, las hay de textura gruesa, hojas grandes, como la Canna (Achira) para sitios soleados, protegidos y húmedos, o el Acanthus (cucaracha o planta del arquitecto) para lugares de media sombra que tiene largas inflorescencias al final de la primavera y grandes hojas, de hasta 60 cm de largo.

En textura media, las Salvias son ideales para sitios soleados con diversas épocas de floración: atraen colibríes y mariposas, haciendo del jardín un sitio soñado. En otoño e invierno, la Salvia leucantha deleita con sus hojas glaucas aterciopeladas y flores en espigas violetas y blancas, o en sitios más protegidos, la Salvia involucrata toma gran altura, ideal para apoyar en un muro o como fondo de composición. Desde la primavera hasta el otoño, la Salvia guaranítica y la Salvia uliginosa no cesan de florecer.

También hay herbáceas con tallos rastreros, hojas con mácula oscura y flores pequeñas rosadas, como el Polygonun capitatum ideal para primeros planos o como cubresuelo. Y otras poseen hojas lineares acintadas, como los Hemerocallis.

Para realizar un cantero con estas plantas primero debemos elegir el lugar, considerando que tenga un punto visual importante. Es importante que el ancho del cantero sea por lo menos la mitad del largo, para lograr un mejor efecto. Podrán ser plantadas en distancia variable entre 35 y 45 cm, por lo que, al principio, se puede reforzar el cantero con flores de estación.

Lo ideal es formar manchas de una misma especie y color, combinando los colores de las plantas compañeras del cantero. En la elección de especies debemos considerar que el cantero luzca las cuatro estaciones. Por eso, resulta interesante el uso de especies con largo período de floración, que abarque desde la primavera hasta el otoño.