Criba finalizó las obras de remodelación del Teatro Colón

La última etapa de remodelación del Teatro Colón consistió en la ejecución de las áreas exteriores: la plaza Vaticano, la plazoleta San Luis y el entorno. 

La constructora CRIBA estuvo a cargo de la última etapa de la  restauración del Teatro Colón, que incluyó su entorno, y las plazas Vaticano y San Luis. El 29 de mayo, luego de un acto inaugural, se dieron por finalizadas las obras respetando el plazo estipulado por el proyecto.

Con una superficie cercana a los 11.000 m², la remodelación consistió en la ejecución de las áreas exteriores que no habían sido remodeladas en etapas anteriores. “Participar de esta última etapa de remodelación de un edificio tan emblemático fue un gran reto. Nos reconforta ser parte de la recuperación y reacondicionamiento del espacio público de la Ciudad”, expresó el Ing. Santiago Tarasido, Gerente General de CRIBA.

Dado que las obras se ejecutaron en el exterior e interior del edificio, se trabajó en conjunto con la dirección operativa del teatro con el fin de preservar los lugares de trabajo y todas aquellas zonas por las que debían circular los operarios, materiales, maquinarias y herramientas. De esta manera se garantizó el normal funcionamiento del edificio y concluir la obra en el plazo consensuado.

Se realizaron tareas de impermeabilización para proteger los talleres escénicos y otros sectores en el subsuelo del teatro, comprendidos en la calle Cerrito, Plaza Vaticano y Plazoleta San Luis. Además, se hicieron las calzadas de Cerrito y Viamonte hasta el inicio de Pasaje de los Carruajes. También se elaboraron terminaciones superficiales como los solados, la infraestructura, la parquización y el equipamiento.

La obra se completó con el equipamiento urbano, que incluye el reacondicionamiento de todos los tendidos de fibra óptica, agua, alumbrado público y conductores de media tensión.

Cabe destacar que el entorno del teatro no fue el mismo desde la inauguración del teatro en 1908; fue cambiando a lo largo de los años. La plaza Vaticano que data desde la construcción del edificio, era la antigua entrada de los carruajes de la época. Si bien fue pensada por el paisajista francés Carlos Thays, en 1930 al incorporar por debajo de la plaza los talleres parte de la misma se perdió.

El proyecto actual tuvo por objetivo primordial revalorizar el entorno del edificio. Además, consideró algunos requerimientos técnicos como la incorporación de salidas de emergencia, ventilas y claraboyas.