viernes, 11 de marzo de 2011

Habitar el presente: Vivienda en España: sociedad, ciudad, tecnología y recursos

Hasta el 5 de abril puede visitarse en el Museo de Arquitectura y Diseño de la Sociedad Central de Arquitectos la muestra Habitar el presente: Vivienda en España: sociedad, ciudad, tecnología y recursos, con curaduría de Josep Maria Montaner y Zaida Muxí Martínez. La muestra, promovida por el Ministerio de Vivienda de España en colaboración con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), es presentada en Buenos Aires por la Oficina Cultural de la Embajada de España y forma parte de una itinerancia que recorrerá Iberoamérica en los próximos meses. Desde su primera sede, Buenos Aires, viajará a Chile y después al recién inaugurado Centro Cultural de España en Bolivia.

Es una obra colectiva, producida en 2006 por encargo del Ministerio de Vivienda de España, que se enmarca en las actividades del Master Laboratorio de la vivienda del siglo XXI que dirigen Josep Maria Montaner y Zaida Muxí Martínez en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona.

El objetivo de esta exposición es plantear una visión panorámica del estado de la cuestión de la vivienda contemporánea en España, abordando la complejidad de los temas relacionados con ella; planteando preguntas cruciales sobre los cambios sociales, urbanos, tecnológicos y medioambientales; y buscando las respuestas en una muestra de proyectos ya realizados que puedan servir de referencia. Si la voluntad política actual es la de “construir viviendas más sostenibles, saludables y humanas, en armonía con su entorno… teniendo en cuenta los recursos limitados de que dispone el planeta”, el objetivo primordial de la exposición es traducir esta voluntad en un montaje didáctico y transmisible para todos los públicos, comunicando conceptos compartibles y deseables. Para cumplir con estos objetivos se ha consensuado una selección de ejemplos que se han considerado los más idóneos para transmitir estos valores y demostrar que son posibles.

No se trata de dar un recetario de soluciones definitivas, sino de plantear maneras de pensar críticas, que tengan en cuenta la historia y la memoria colectiva, que afronten la diversidad del presente, que enriquezcan las estructuras urbanas, que favorezcan el derecho a la vivienda y a la igualdad de géneros, que potencien la búsqueda de soluciones arquitectónicas cada vez más sostenibles y medioambientalistas, soluciones que, en definitiva, serán cada vez de mejor arquitectura.

Se presentan cuarenta y dos proyectos que han sido considerados emblemáticos y ejemplares de vivienda pública y privada realizados en los últimos años, especialmente a partir de 2000, habiendo comprobado ya su adecuado funcionamiento en relación con los usuarios y el contexto. Estos proyectos de referencia han sido seleccionados en función de cuatro conceptos considerados esenciales y que definen los apartados de la exposición: sociedad, ciudad, tecnología y recursos. Tras un análisis a fondo de un amplísimo repertorio, de aproximadamente cuatrocientos ejemplos, se eligieron aquellos que mejor respondieran a las cuatro cuestiones claves y que no se opusieran frontalmente a ninguna de ellas.

Por lo tanto, se reafirma la oportunidad de la exposición para hacer una labor crítica y pedagógica, confirmando que las viviendas del presente que valoren el pasado y hagan posible el futuro están entre nosotros. Se ha tratado de demostrar seleccionando aquellas obras que intentan ofrecer variedades tipológicas atendiendo a la diversidad social; que hacen ciudad con su propuesta en la medida que los planes urbanos aceptan la diversidad y la mezcla de usos; en las que las tecnologías constructivas colaboran en positivo para la definición arquitectónica-espacial de la obra, y en las que se valora el medioambiente; todo ello sacando el máximo partido dentro de las restrictivas normas de la vivienda mínima y de los condicionantes económicos de cada caso.

La vivienda, hacedora de ciudad, espacio de convivencia y crecimiento personal, no es una escenografía, sino un espacio de complejidad creciente y de múltiples capas de análisis y lecturas. La variedad aquí presente así lo demuestra.

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